Retención de líquidos: consejos e infusiones diuréticas

El otro día, hablando con una nutricionista de confianza, me comentó que mucha gente acude a su consulta pensando que está cogiendo peso por malos hábitos y, sin embargo, cuando analiza más a fondo su caso, se da cuenta de que hay un problema de retención de líquidos detrás.

Problema que, entre otros síntomas, supone una inflamación del abdomen o coger peso sin motivo aparente, tal y como te acabo de comentar. El verano, además, es una época en la que la retención de líquidos aumenta, por un lado, porque nos cuidamos menos y, por otro, porque el calor hace que las venas se dilaten y que la circulación sea peor, provocando también esa retención de líquidos que, de no ponerle solución, puede derivar en otros problemas.

Por eso, hoy quiero dedicarle este espacio semanal a la retención de líquidos y, en especial, a las plantas medicinales que, tomadas en infusión, te ayudan a reducir este problema. ¿Quieres saber más? Entonces, coge papel y boli porque empezamos.

¿Qué es la retención de líquidos?

Como bien sabes, nuestro cuerpo se compone, en gran medida, de agua. De hecho, en los niños supone el 75% de su cuerpo y en adulto, entre el 50 y el 60% (cifra que aumenta en el caso de los hombres). Así las cosas, mantenerse hidratado es importante, pero también llevar a cabo ciertos hábitos de los que más tarde hablaremos, que hagan que la distribución de ese líquido sea equilibrado y no nos cause problemas de salud.

La retención de líquidos o edema afecta tanto a hombres como a mujeres, si bien es cierto que estas últimas tienden a sufrirla más. La misma puede ser tanto local (en especial, tobillos y párpados, que suelen ser las zonas más típicas – lo sabrás porque se hinchan sin razón aparente y si aprietas un poco verás que se hace un marca que desaparece poco a poco, así como que la piel en esa zona está más brillante al hacerlo), como regional (es decir, en una zona del cuerpo y no en un punto concreto, como en el caso anterior) o general y que, por tanto, está extendida por todo el cuerpo.

Tal y como explican desde la Fundación del Corazón, esta retención de líquidos puede ser patológica o no. Cuando no lo es, suele ser un problema ocasional – como el que comentaba antes del verano – pero si lo es, es recomendable acudir al médico, ya que será éste quién diagnostique cuáles son las causas.

Principales causas y consecuencias

Cuando el problema de la retención de líquidos es patológica, la misma se suele deber, entre otros motivos a:

  • Enfermedades renales o hepáticas
  • Problemas de circulación
  • Insuficiencia cardíaca
  • Obesidad o sobrepeso (aunque no hay una relación directa, las personas que tienen mayor peso, tienen tendencia a tener retención de líquidos)

Tanto en el caso de que sea patológica, como de que no lo sea, otras causas son:

  • Pasar muchas horas de pie o sentada
  • Cambios hormonales (por ejemplo, en el embarazo)
  • Mala alimentación (o que la misma lleve mucha sal, por ejemplo)
  • Hidratación escasa
  • Ciertos medicamentos (como los corticoides, los antiinflamatorios o aquellos destinados a controlar la tensión arterial)

Esto en lo que a causas se refiere y en cuanto a las consecuencias, las más comunes suelen ser:

  • Hichazón: como ya he comentado más arriba, en diferentes zonas del cuerpo o a lo largo del mismo.
  • Reducción de las ganas de miccionar: de esto te darás cuenta enseguida si de normal eres una persona que va cada hora y media o dos horas al baño.
  • Incremento del perímetro abdominal, sin que haya otra causa que lo pueda explicar.

Errores a evitar y hábitos saludables

Es cierto que dependiendo del tipo de retención de líquidos que tengas, deberás seguir otras pautas añadidas que el especialista te recomiende. Sin embargo, los siguientes consejos te van a venir genial para reducir, de manera natural, la retención de líquidos:

  • Alimentación: siempre que puedas, utiliza alimentos frescos y evita todos aquellos que tengan extra de sal, como los procesados, ciertos congelados o embotados, así como las patatas fritas, entre otros. Por supuesto, la alimentación ha de ser variada y la verdura tiene que ser protagonista (el 50% de tu comida o cena debería ser verdura, tanto cruda como cocida). En este sentido, creo que es importante:
    • Condimentar con hierbas aromáticas, que te ayudarán a reducir la sal y a dar un sabor muy rico a tus platos, además de beneficiarte de sus propiedades.
    • Tomar alimentos ricos en potasio (salvo que por indicación médica te lo desaconsejen), ya que contrarrestas la cantidad de sodio que la sal aporta a tu cuerpo.
    • Tomar más verduras diuréticas y que también te ayuden a reducir el estreñimiento, como por ejemplo, las alcachofas, los puerros, las acelgas, la lechuga o los pepinos, entre otros.
  • Haz ejercicio: lo sé, siempre hablamos de estos dos puntos, pero son realmente importantes en la vida de una persona que quiere cuidarse. Y ya no me refiero al aspecto físico (que también es importante a nivel mental), sino más bien al de la salud general. Por eso siempre insisto mucho. Basta con sacar 30 minutos al día, reducir las veces que coges el coche o el ascensor o, en definitiva, no tener una vida completamente sedentaria, dentro de tu realidad.
  • Mueve las piernas: especialmente si pasas mucho tiempo sentada. De vez en cuando, acuérdate y haz movimientos con los tobillos, levántate de tu sitio y camina, aunque sea dando un par de vueltas en la oficina. Si puedes tenerlas en alto en algún momento, también te vendrá genial. Si estás de pie, procura no mantener siempre la misma postura e intenta moverte del sitio y caminar, al menos, cada hora u hora y media.
    • Ropa: hay que prestar especial atención a los calcetines (mejor utilizar medias elásticas o calcetines que permiten que la circulación de la sangre sea la correcta), pero también a las ropas ajustadas que pueden dificultar la circulación sanguínea y favorecen la retención de líquidos.
  • Hidrátate: es muy importante que bebas entre 1,5 y 2 litros al día (esta cifra puede aumentar en verano o cuando haces mucho deporte, porque el sudor también hace que expulses esa agua y la tienes que reponer). Lo ideal es beber agua natural (sin gas). En este sentido, las infusiones también te ayudan mucho (recuerda tomarlas, en la medida de lo posible, sin azúcar ni acompañamientos que dañen tu dieta).

6 infusiones diuréticas

¡Ojo! Hablamos de infusiones diuréticas, que no adelgazantes, si bien es cierto que muchas veces, una cosa ayuda a la otra. Entre algunas de las más comunes cabe mencionar las siguientes:

  • Cola de caballo: A pesar de que hace algunos años se hizo muy conocida por ayudar a perder peso, tú sabes igual que yo que sin una dieta sana y algo de ejercicio, esto es imposible. Sin embargo, si por algo se caracteriza la cola de caballo es por ser un potente diurético natural, además de ser antiinflamatorio, por lo que cumple dos funciones en una.
  • Diente de león: ¿Sabías que hay varios estudios que han demostrado que las propiedades del diente de león son más potentes que algunos productos de farmacia o herbolario destinados a reducir la retención de líquidos? Así es. Pero, sin duda, lo mejor es que no tiene efectos secundarios y que ayuda al riñón a que cumpla con su función de que orinemos todas las veces que nuestro cuerpo necesita.
  • Té verde:Aal igual que en el caso anterior, se asocia muchas veces a este tipo de té con las dietas adelgazantes, sin embargo, su verdadero «poder» reside en reducir de manera muy amplia la retención de líquidos y, además, está buenísimo.
  • Hinojo: Es un desconocido para muchas personas, si eres habitual de nuestra tienda online, seguro que sabes que lo puedes encontrar en diferentes infusiones, ya que se trata de una planta que favorece muchos aspectos de nuestra salud, entre otros, el de reducir la retención de líquidos, además de estimular el metabolismo renal o reducir la hinchazón de abdomen.
  • Hibiscus: Esta es una de esas infusiones que lo tiene todo; un sabor increíble, al igual que su aroma, que se puede tomar en cualquier época del año, caliente o frío y siempre será agradable, pero sobre todo, que es un potente diurético y quemagrasas.
  • Manzanilla: ¡No podría faltar! Y es que la manzanilla, junto con el jengibre, es de esas infusiones que nunca deberían faltar en una casa, porque ayudan a cuidar la salud de manera generalizada. En este caso, te la recomendamos por ser un potente diurético y antiinflamatorio natural.

Esto es todo por hoy, pero sabes que si tienes cualquier duda y mientras esté en nuestra mano, estaremos encantados de ayudarte. Y tú, ¿sufres retención de líquidos? ¿Qué infusiones sueles tomar? ¿Te gustaría añadir algún consejo? Déjanos tu comentario más abajo ?

 

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3 comentarios en «Retención de líquidos: consejos e infusiones diuréticas»

  1. ¡Qué buenas! Nos encantan tus propuestas. La naturaleza es muy sabia, y gracias a ella tenemos un amplio abanico de hierbas y plantas, cada cual de su padre y de su madre, que cuentan con numerosas bondades para la salud. Dentro de los productos naturales, las infusiones son unos remedios excelentes indudables.

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