Sin necesidad de ser un gran cocinilla, con las recetas de postres que hoy te traemos, vas a sorprender a tus invitados y gracias a las infusiones, vas a lograr que la experiencia sea todavía más agradable
Ser una persona observadora tiene muchas cosas buenas. Una de las que más me gusta es poder descubrir cómo son las personas o qué es lo que dicen, cuando no dicen nada. ¿Suena raro? Sí, puede, pero ahora te lo explico.
No sé si alguna vez te has parado a mirar cómo se comportan las personas en una mesa. Yo sí. Y se dan muchas circunstancias, pero una de las que siempre me llama la atención, es que hay dos tipos de comportamiento frente a los platos que se sirven:
- Por un lado, está el grupo de personas que prefiere comer entrantes, un primero y segundo, pero de ahí pasan directamente al café y las infusiones.
- Por otro, aquellos que disfrutan de los entrantes y primeros, pero prefieren no comer segundo plato o no comer mucho, para dejar hueco al postre. Te confieso que soy más de estas segundas, sobre todo si sé que hay un postre rico y diferente.
Y sí, hay quien no hace ascos a nada, pero ante una comida copiosa, familiar o con los amigos, créeme que los comportamientos más comunes son los anteriores.
Pues bien, hoy queremos dedicar este artículo a aquellas personas que disfrutan saboreando un rico postre casero. Un postre que, además, les va a sentar genial, porque te vamos a proponer varias infusiones para que lo puedas acompañar.
¿Lo mejor de este post? Que sin necesidad de ser un manitas en la cocina, vas a sorprender a tus invitados y les vas a dejar con la boca abierta. Aviso a navegantes: de esta, te coronas para ser siempre la persona que haga los postres en las comidas familiares o entre amigos 😆.
Receta 1: Trufas de chocolate caseras
Este postre es perfecto para aquellas personas que no quieren tomar un postre muy pesado, pero sí terminar la comida o la cena con un agradable sabor a chocolate. La típica onza de después de la comida, pero en formato mucho más amable: las trufas de chocolate caseras.
¿Qué necesitas para elaborarlas? Los siguientes ingredientes:
- 250 g de chocolate fondant para postres
- 1 cucharada de mantequilla
- 200 ml de nata para montar
- 200 g de fideos de chocolate, de colores o de polvo dorado comestible (tú eliges qué toque quieres darle🎉).
¿Ya los tienes todos? Entonces, solo te queda seguir estos pasos:
- El primer paso es derretir el chocolate y la mantequilla. Para ello, puedes hacerlo de manera rápida (calentando estos productos en el microondas) o de manera más natural y lenta (al baño María).
- Mientras se va haciendo el primer paso, toca montar la nata. Con una buena batidora, no tendrás problemas y se hace muy fácil.
- Ahora toca juntar el chocolate, la mantequilla y la nata. Para que la nata no se te baje, nuestra recomendación es que lo hagas rápido y con una espátula de silicona.
- Cuando ya tengas la mezcla lista, métela al frigorífico durante 1 o 2 horas, de manera que la mezcla se endurezca un poco, pero la puedas manejar.
- Llega el último paso: coge pequeñas porciones de la bandeja que acabas de sacar del frigorífico y haz bolitas de chocolate al tamaño que desees. Después, pásalas por los fideos y…¡a disfrutar!
Que no te dé pena hacer muchas, porque aguantan bien entre 3 y 4 días en el frigorífico y tú sabes bien que después de las comidas…sienta genial este pequeño caprichito. Y, sino, siempre las puedes repartir entre tus invitados.
Pues bien, para que la experiencia sea completa, desde Aromas de Té te recomendamos las siguientes infusiones:
- Rooibos dulzura de café, que combina el sabor del cacao y del café, junto al del rooibos y que casa muy bien con estas trufas caseras.
- Infusión de cúrcuma y cacao: que, además, hará que mejore tu digestión si la comida ha sido muy pesada.
- Café al cacao: porque café y cacao siempre van de la mano y si es con este rico café, mucho más.
Receta 2: tartaletas de lima y queso crema
Vamos con otra receta ligera y muy fácil de hacer, que suele gustar tanto a niños como a mayores y que la puedes servir bien fresquita, para que siente todavía mejor.
Para elaborarla necesitas los siguientes ingredientes (para cuatro personas):
- 100 mg de galletas tipo María
- 30 gramos de almendras laminadas
- 60 gramos de mantequilla
- 4 limas
- 100 gramos de queso crema
- 180 gramos de leche condensada
Una vez tengas todos los ingredientes, el primer paso es derretir la mantequilla de forma suave. Mientras esto sucede, tritura las galletas con las almendras y, después, agrega la mantequilla derretida y espera a que se cree una masa, que te servirá de base para las tartaletas.
A continuación, extiende un poquito de esa mezcla en moldes para tartaletas y mételas en el frigorífico durante unos 30 minutos, para que se endurezca.
Mientras tanto, exprime el zumo de las limas, por un lado, y, por otro, ralla la corteza en otro bol.
Mezcla esa ralladura con la crema de queso y, después, la leche condensada. Por último, añade el zumo de las limas. Ese será el relleno de las tartaletas.
Añade este relleno a las tartaletas y mételas en el frigorífico durante 6 horas, de manera que cuajen de forma natural. Si las haces de un día para otro, mejor que mejor.
¿Con qué acompañar esta receta? Sin duda, con infusiones que también sean frescas, como:
- Rooibos de jengibre y limón ecológico: la puedes servir fría o caliente, en función de la época del año o de los gustos de las que la vayan a tomar.
- Té verde y blanco sorbete de limón: al igual que en el caso anterior, esta infusión es refrescante y digestiva. Si la vas a tomar de noche, mejor opta por la anterior. No tiene mucha teína, pero sí que te puede costar dormir un poquito más.
- Infusión de Lemon Grass y té verde: que es muy digestivo y refrescante, además de ayudarte con la retención de líquidos y a eliminar las toxinas que hayas podido introducir en tu organismo, durante esa comida.
Receta 3: Vasitos de yogur con puré de mango y lima
Un postre sencillo, individual, muy digestivo y fresquito, que siempre viene bien, independientemente de la época del año en la que nos encontremos.
Para elaborarla, necesitas los siguientes ingredientes:
- El zumo de una lima
- 1 mango
- 200 ml de nata para montar
- 40 gramos de azúcar glass
- 15 ml de miel natural
- 30 ml de leche
- 5 gramos de gelatina en polvo
- 250 gramos de yogur griego natural
Vamos ya con la receta. En primer lugar, pela y corta el mango en pequeños trozos para que luego lo puedas triturar bien. Añade al vaso triturador el zumo de la lima y la miel.
IMPORTANTE: cuando hagas la mezcla y creas que ya esté lista, pruébala para ver si necesita un poco más de miel, si es que te ha quedado muy ácido por el zumo de la lima. Si está bien, pasa la mezcla por un pasapurés, de manera que no quede ninguna hebra y sea muy cómodo de tomar.
En segundo lugar, toca mezcla la leche con la gelatina en polvo. Cuando esté todo bien mezclado, añádelo al yogur. Mezcla bien.
Por otro lado, monta la nata y déjala durante 20-30 minutos en la nevera. Pasado este tiempo, mezcla la nata con la combinación anterior y sirve en pequeños vasos, dejando un dedo de espacio para añadir el puré de mango.
Para finalizar, si lo deseas, puedes añadir una hoja de menta o hierbabuena, a modo de decoración, pero cuya mezcla con el mango quedará muy rica.
Un postre fresquito, delicioso y que puedes combinar con las siguientes infusiones:
- Té verde y blanco sorbete de mango, que quedará genial en el paladar tras el fresquito del vaso de yogur.
- Infusión de verano tropical: que la puedes compartir con todos los miembros de la familia, independientemente de la edad, porque es una mezcla de frutas en infusión que está de rechupete.
- Café de chocolate y naranja: para añadir ese toque a café y cacao, con el puntito ácido de la naranja. Todos ellos maridan a la perfección con el mango y el yogur.
Y, ahora sí, nos despedimos y deseamos que disfrutes de estos postres y sus correspondientes infusiones, en la mejor de las compañías.