No hay semana en la que alguien no nos haga una consulta relacionada con esta especie originaria de la India. Algo que no es de extrañar teniendo en cuenta que cada vez más estudios demuestran sus bondades. Hoy es la protagonista de este artículo
Healthy, fit, superalimento… Desde que la sociedad se ha metido de lleno a intentar cuidarse de una forma más saludable o, lo que es lo mismo, dejando de lado todos esos excesos que hemos ido fabricando nosotros mismos y que, ahora, nos damos cuenta, no le sientan nada bien a nuestro cuerpo, la lista de productos que no pueden faltar en el carro de la compra cada vez es mayor.
Productos cuyo uso es más que tradicional en otros países o que se habían dejado de utilizar por falta de desconocimiento de las propiedades de los mismos, vuelven hoy a la palestra.
Tal es el caso del cacao puro, que durante años se consideró nocivo por su similitud con los chocolates industriales; el aguacate, que se asociaba a tener mucha grasa, al igual que el salmón; los huevos, de los que ya se ha demostrado que no están tan relacionados con el aumento de colesterol malo o la cúrcuma y el jengibre, como especias exóticas, sin otra salida que la de aderezar los platos de sus países de origen.
Pero nada más lejos de la realidad: estos productos son saludables, por supuesto, siempre y cuando se consuman con cabeza y dentro de una dieta equilibrada, pero nosotros hoy nos hemos querido centrar en el jengibre.
¿Por qué? Porque no queremos que la gente solo piense que se utiliza a modo de aderezo o como infusión para quemar grasas, sino que tiene muchas más propiedades y, sobre todo, muchos más usos que los que a simple vista se conocen.
Así que si tú también quieres saber por qué esta especie está tan de moda y cuál es el beneficio de consumirla a diario (siempre y cuando no tengas ninguna intolerancia a la misma) o de qué manera le puedes sacar más provecho, quédate porque tenemos mucho que contarte. ¡Empezamos!
Por qué es bueno tomar infusiones de jengibre
Si por algo es conocido el jengibre dentro y fuera de su país de origen es debido a sus propiedades digestivas. De hecho, es una de las infusiones más típicas, junto con la manzanilla, para combatir las náuseas y el malestar que provocan los ardores de estómago.
Pero esto, ¿a qué se debe? Sobre todo, a que el jengibre es una especie antibacteriana y, por tanto, ayuda a mejorar nuestra flora intestinal, lo que unido a que ayuda a la producción natural de enzimas, las digestiones sean mucho más sencillas y, sobre todo, no sean nada pesadas.
¿Nuestra recomendación? Que si vas a emplear la infusión de jengibre ecológico con este fin, lo tomes, por un lado, en ayunas y, por otro, lo consumas antes de las comidas copiosas, de manera que te ayude a que tener más ansiedad por comer en abundancia, además de proteger tu sistema digestivo cuando este digiera los alimentos. Si lo haces así, tómala, al menos, una hora antes. ¿Y después de las comidas? También, porque al igual que la manzanilla, te ayudará a no tener esa sensación tan desagradable de tripa hinchada.
A diferencia de la manzanilla, además, el jengibre te aportará vitalidad, gracias a su alto contenido en vitaminas y minerales, ayudándote a afrontar el resto del día, pero sin necesidad de que te pongas nervioso, ya que no contiene teína, como por ejemplo el té rojo, que también cumple con esta función.
Estas propiedades que te acabo de mencionar también te ayudarán a terminar con el mal aliento que tan desagradable resulta, sobre todo después de ciertas comidas.
En resumen, el jengibre es perfecto para cuidar tu sistema digestivo y todo lo que esté relacionado con la salud digestiva, como es terminar con las diarreas, los vómitos o las náuseas.
El jengibre te ayudará a reforzarlo de manera natural, lo mismo que te ayudará a reforzar tu sistema inmunitario, siendo también bueno para todos los síntomas relacionados con enfermedades comunes de las vías respiratorias, es decir, resfriados o los síntomas leves de la gripe.
10 infusiones naturales con jengibre
Consumir el jengibre en infusión es la forma más sencilla y natural de consumirlo. En Aromas de Té lo sabemos y por eso te ofrecemos las siguientes infusiones con jengibre:
- Infusión natural de jengibre: perfecta para tener siempre en casa a mano y disfrutar así de sus beneficios a diario y, sobre todo, en los momentos que viene genial para reducir las molestias que antes hemos mencionado.
- Té verde manzana y jengibre: refrescante, suave y perfecto para tomar a media mañana o a media tarde, acompañado de una fruta o de frutos secos.
- Café verde jengibre y cardamomo: el aliado para esas dietas de adelgazamiento, a modo de acompañamiento. Se prepara como una infusión y la mezcla de esos tres sabores es brutal.
- Rooibos jengibre y limón ecológico: perfecto para comenzar las mañanas y poner el sistema digestivo a punto. También te sentará genial después de comer.
- Rooibos jengibre y azahar: para esos momentos en los que necesitas desconectar la cabeza y reforzar tu sistema digestivo.
- Té oolong cúrcuma y jengibre: a nosotros nos encanta tomarlo en el desayuno o a media mañana. Tiene el punto perfecto para poner en marcha tu sistema digestivo y aportarte un puntito de energía y dejarte un sabor agradable en boca.
- Infusión de jengibre y manzana: no te puedas imaginar lo rica que está esta infusión, que viene genial en cualquier momento del día. Combina a las mil maravillas con sabores suaves y salados.
- Infusión de cúrcuma y cacao: que también incluye el jengibre y que hace que el sabor de la misma sea perfecto. Ideal para tomar antes de acostarte e irte a la cama con una sonrisa.
- Té negro chai: comienza las mañanas con el agradable sabor del chai en su versión más auténtica. Si lo deseas, puedes añadir una nube de leche y completar la experiencia.
- Rooibos menta y especias: superdigestivo y de un sabor sumamente agradable, es perfecta para tomar después de las comidas principales. Te dejará una sensación muy agradable en boca y en tu sistema digestivo.
Otras maneras de consumir jengibre
Más allá de tomarlo en infusión, puedes consumir jengibre:
- En ensaladas: coges la raíz, pelas un trozo pequeño y lo divides en pequeñas porciones. Ten cuidado porque el sabor de la raíz de jengibre fresco es bastante fuerte y si no te gusta el picante, es mejor que eches solo un poquito.
- En recetas dulces: por ejemplo, en galletas o bizcochos. Combinado con el sabor dulce del resto de los ingredientes, el sabor fuerte del jengibre fresco se disuelve.
- En salsas: en este caso, lo puedes infusionar y añadir al resto de ingredientes. Mezclado con otras especias o con harina para hacer salsas más gruesas, el sabor fuerte se diluye.
Hasta aquí todo lo que te queríamos contar por ahora. Cuéntanos, ¿cómo tomas tú el jengibre? ¿Quieres contarnos algún truco o consejo que quieras compartir con el resto de lectores? Te leemos en comentarios.