Leyendas japonesas y chinas sobre el amor y unas infusiones para acompañarlas

¡No lo puedo evitar! ¡Soy una romántica empedernida! Me enternecen las historias de amor con final feliz o aquellas que, aunque con sabor amargo, tienen una importante y hermosa lección detrás de ellas. Hoy mismo leía en un periódico local, cómo 2 ancianos de 98 (él) y 104 (ella) llevaban más de 6 décadas juntos, a punto de cumplir las bodas de platino; algo realmente complicado hoy en día, en una sociedad donde el número de bodas no hace más que descender y los divorcios van al alza.¡No he podido evitar emocionarme! Sólo de pensar en lo que se tienen que querer para estar tan alegres el uno con el otro, merece todo mi apoyo.

Pero no quiero entrar en discursos tristes. Como te decía, soy una romanticona y, sin embargo, nunca celebro San Valentín. Pero este año lo quería celebrar contigo de una manera especial. Tú que nos lees cada semana; tú que nos acabas de descubrir o tú que has aterrizado aquí, de casualidad. Sí, quiero compartir contigo este día y lo hago mostrándote una serie de leyendas sobre el amor, que he recopilado para ti.

Leyendas que proceden de los principales orígenes de nuestros tés: Japón y China. Te invito a que las conozcan en las siguientes líneas, mientras te tomas una de las infusiones que te recomendamos o,por supuesto, otras que prefieras para esta ocasión y que, al finalizar, nos cuentes qué te han parecido. ¡Comenzamos!

La leyenda japonesa del hilo rojo

Es una de las leyendas más conocidas del país asiático y que te invito a tomar con un delicioso té verde sencha ecológico, uno de los preferidos por las mujeres japonesas por todas las propiedades que aporta, incluso, la de mejorar el estado de ánimo ????.

Cuenta la leyenda que hay un hilo rojo que une a 2 personas que están destinadas la una a la otra. No importan ni la distancia, ni el tiempo que tardes en conocer a esa persona o en volver a verla. El hilo se puede estirar, se puede tensar e, incluso, se puede enredar, pero nunca se romperá, por más que 2 personas se empeñen. Este hilo rojo viene con ellas desde su nacimiento. 

Lo más curioso de esta historia es que surge al conocerse que la arteria ulnar conecta el corazón con el dedo meñique. De ahí también que el amor entre 2 personas represente, en muchas ocasiones, con la unión de sus 2 meñiques.

Hay varias historias japonesas relacionadas con esta hermosa leyenda, pero la que más se conoce es la de un emperador, que mandó traer a una bruja que sabía ver el hilo rojo (porque es invisible) para que encontrara dónde terminaba el suyo. La bruja buscó y buscó, hasta que dio con una campesina que tenía a una niña en brazos. Al ver a la mujer, el emperador se enfadó con la bruja, la empujó e hizo caer a la niña, que se hizo una gran brecha en la frente. Años más tarde, el emperador sería casado con la hija de un general. Cuál fue su sorpresa cuando al ver por primera vez el rostro de su futura mujer, descubrió que tenía una cicatriz en la cabeza, aquella que él mismo había provocado años antes, al no querer aceptar su destino.

La leyenda de Qixi 七夕节 (San Valentín) en China

En China también celebran San Valentín, pero no coincide con el 14 de febrero, sino que se celebra la noche del séptimo mes del calendario lunar. Esa noche, se rinde homenaje a una pareja de enamorados de la mitología china. Tal y como explican los expertos en mitología china, se trata de la historia de amor más dramática del país.

Para seguir leyendo, te invito a que te prepares un rico té rojo Pu erh Cherry, para entrar en calor (aunque también lo puedes tomar fresquito si lo prefieres) y tengas en tu boca el sabor de las cerezas, un tipo de fruta que también se relaciona con el amor.

Esta leyenda, que data de hace 2600 años, cuenta la historia de Zhinü 织女, la séptima hija del emperador de los dioses y la más hermosa de todas, que se enamoró de un trabajador vaquero de la tierra.Su deseo era tal, que un día a la tierra, sin que nadie se diera cuenta, bajó a la tierra se dirigió al pueblo donde vivía Niulang 牛郎, el vaquero del que estaba enamorada.

En poco tiempo, consiguió que éste se enamorará de ella perdidamente y se casaron. A los 3 años, tuvieron 2 hijos y su felicidad fue completa. Sin embargo, la madre de  Zhinü 织女, Wangmu, se dio cuenta de que su hija se había escapado y que se había casado con un mortal; algo que consideró una gran traición. Así que mandó a sus soldados que trajeran a su hija.

Sin embargo, Niulang 牛郎 no se quedó de brazos cruzados. Se montó en su toro y éste le llevó tras su esposa. Cuando estaba a punto de alcanzarla, la reina del cielo trazó una línea divisoria entre ellos, que, más tarde, se convirtió en un río. Ambos quedaron separados por éste río; ella, a un lado, tejiendo una manta infinita roja y él, cuidando de sus 2 hijos. 

Ambos lloraban y lamentaban la separación el uno del otro hasta que una noche, una bandada de urracas se compadeció de ellos y formó un puente de un lado al otro del río. Los amantes pudieron reencontrarse y, desde entonces, Wangmu les permite reencontrarse una vez al año, la noche del San Valentín chino. Preciosa historia, ¿verdad?

La leyenda japonesa del espejo

Hay una canción del compositor y cantante norteamericano, Jon Francis Bongiovi (más conocido como Jon Bon Jovi) que dice así «If you could see yourself the way I do, you wish you were as beautiful as you» (Si pudieras verte como yo te veo, desearías ser tan guapa como tú). Y es que el amor tiene que empezar por quererse uno mismo, aunque no siempre resulta fácil.

¿Que por qué te cuento esto? Porque está muy relacionado con la tercera y última leyenda de la que hoy te quiero hablar: la leyenda japonesa del espejo, que te invito a leer mientras disfrutas de un té oolong frambuesa.

Esta leyenda cuenta la historia de una pareja que tuvo una hija. Un buen día, el marido tuvo que partir a la ciudad. A su vuelta trajo a su hija una muñeca y a su mujer un espejo de bronce. Algo que nunca había visto. La mujer, que era muy tímida, al ver su reflejo en el espejo no supo reconocerse y preguntó, ¿quién es ella? Él le contestó que era su reflejo. 

La mujer guardó el espejo con sumo mimo. Pasaron los años y ella enfermó. Un día, a las puertas de la muerte, su hija se acercó a la cama y su madre le dijo: «Guarda este espejo y cuando yo ya no esté y me eches de menos, míralo día y noche para encontrarme. Yo estoy ahí«.

Pasado un tiempo, con su mujer ya fallecida, el padre encontró una noche a su hija hablando al espejo. Éste le preguntó que qué hacía y ella le respondió «Mamá me dijo que cuando estuviera triste mirara al espejo y la encontraría en él. ¿Lo ves? Es ella, pero más joven y menos cansada que cuando estaba enferma«. El padre, emocionado, sonrió y le dijo con un gesto cariñoso: «Tú la encuentras en el espejo, como yo en ti».

Ahora es tu turno

Estas son sólo 3 de las muchas leyendas de amor entre personas que existen en Japón y China, pero hay muchas más. Otras hablan del amor fraternal, del amor de los amigos, a los padres o del amor por la naturaleza y los animales. ¿Conoces tú alguna de ellas? Si es así, nos encantará que nos lo cuentes.

Te animo a que nos cuentes cuál ha sido la que más te ha gustado y que nos recomiendes uno de los tés o infusiones con los que nos recomendarías leerlo. Y, por supuesto, será un placer que, además de dejarnos un comentario más abajo, compartas este artículo y nos menciones en redes sociales. Ya sabes que estamos en Facebook, Instagram, Twitter y Youtube. 

 

 

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6 comentarios en «Leyendas japonesas y chinas sobre el amor y unas infusiones para acompañarlas»

  1. Yo también soy romántica y la historia que más me gustó es la leyenda de Quixi San Valentín China. Aunque creo que el romance sólo existe en historia ya se perdió me gusta vivirlo a través de éstas leyendas ojalá publiques más

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