¿Te ha pasado alguna vez que estás cansado desde que te levantas y no sabes muy bien por qué? ¿Se repite esa sensación a diario o frecuentemente? Si es así, te invito a que te quedes. ¿Por qué? Porque hoy quiero darte algunos consejos sobre hábitos saludables que he puesto en práctica para tener energía todo el día y estar mejor conmigo misma.
Hábitos en los que una buena alimentación, hidratación y ejercicio físico son básicos, pero entre los que también he adaptado otros consejos que me han dado expertos en salud y que me han funcionado muy bien. Por eso, quiero compartirlos contigo.
Así que prepárate una infusión o un té que te guste y sigue leyendo, porque hoy te voy a hablar de alimentación, de psicología y de relajación, entre otros temas. ¿Te parece si empezamos? ¡Vamos allá!
Falta de energía: qué es
Está claro que cuando hacemos deporte o llega el final del día, no tenemos la misma energía con la que nos hemos levantado por la mañana. Si este es tu caso, probablemente no tengas de qué preocuparte. Sin embargo, si te levantas desganado y, ya, a media mañana, no puedes con tu cuerpo. ¡Eso sí es un problema! En especial si te pasa a diario.
Pero, ¿a qué se debe esa falta de energía? Las causas pueden ser muchas, pero en la mayoría de los casos se debe a una mala alimentación y a la falta de descanso. De hecho, la gente que no desayuna y malcome unas galletas o bollería industrial, no sólo tienen hambre enseguida, sino que eso provoca que los riñones tengan que trabajar más y, por tanto, que tengan menos energía.
Por otro lado, y debido al ritmo frenético al que la sociedad actual nos lleva en muchos casos, hace que no descansemos lo suficiente y que, además, no tengamos un sueño reparador. Resultado: al día siguiente no sabes si te ha pasado un camión por encima o estás empezando a incubar alguna enfermedad.
4 malos hábitos que te restan energía y soluciones
En ocasiones no somos conscientes de que hemos adquirido ciertos hábitos que nos restan energía y de los cuales tenemos que deshacernos lo antes posible. Entre algunos de los más comunes cabe mencionar los siguientes:
- Malos hábitos a la hora de dormir. Porque no es lo mismo estar 8 horas en la cama, que dormir y descansar 8 horas.
- Uno de los malos hábitos más comunes es dejar el móvil al lado de la almohada, con la excusa de que nos sirve de despertador. Mejor compra uno pequeño y barato (los hay por menos de 5 euros y funcionan de maravilla) y si te tranquiliza, pon la alarma del móvil, pero en un lugar apartado de la mesilla de noche. De esta manera matas 2 pájaros de un tiro: te aseguras de que la alarma suena y, por otro lado, de que te levantas, en lugar de alargar el rato de estar en la cama, apagando varias veces el despertador.
- Dentro de este apartado también hay que mencionar el mal hábito de consultar el móvil antes de dormir. Esto hace que nuestro cerebro no se relaje y, por tanto, nos costará mucho más tiempo dormir, además de que malgastamos parte del tiempo de estar en la cama, en estar conectados a Internet.
- Y, hablando de móviles y noche, ¿eres de las personas que lo deja con sonido para responder enseguida, en caso de que te escriban por la noche? ¡Error! ¿De verdad crees que si alguien te escribe por la noche va a ser por algo grave? De ser así, te llamará al teléfono de casa y si no lo tuvieras, hará lo que sea por avisarte. Así que apaga el móvil, o, al menos, déjalo en silencio, apártalo de la cama y descansa entre 7 y 8 horas.
- Saltarte las comidas. No desayunar, comer poco o picar entre horas por falta de una mala alimentación no ayuda a que mantengas la energía que tu cuerpo necesita a lo largo del día. Así que no te saltes ninguna comida y, sobre todo, no olvides hidratarte. Hay muchas personas que beben poca agua y es necesario consumir de 2 a 3 litros de agua al día para hidratar nuestro cuerpo.
- Desayuna algo saludable y que te aporte energía: un yogur con frutas o una tostada de pan integral con una cucharadita de aceite de oliva virgen extra, acompañado de un té o café te sentará genial y activará tu mente y organismo.
- A media mañana toma una pieza de fruta o el yogur que no te has tomado por la mañana.
- Para comer, prepara un menú en el que el 50% sean verduras, el 25% cereales o legumbres y el resto, pescado, huevos o carne, a ser posible blanca y que no esté procesada.
- A media tarde puedes repetir lo de la media mañana. Tanto por la mañana como por la tarde, también te puedes tomar un té, infusión o café, pero intenta que no tenga azúcar blanco u otros azúcares poco saludables de los que ya hemos hablado en el blog y, por supuesto, que no vaya acompañado de galletas, pastas o bollos.
- Por la noche, toma algo ligero, donde las verduras sean protagonistas. Por ejemplo, un puré de verduras, con algo de pescado blanco o azul, una tortilla francesa o huevo cocido, unas anillas de calamar a la plancha o mejillones al vapor o con tomate casero (evita que sea picante, para que puedas descansar bien), entre otras ideas.
- Sedentarismo. Porque si no ejercitas tu cuerpo, además de acumular grasa y perder calidad de vida, tampoco te sentirás bien contigo mismo. Hacer algo de ejercicio diario, por ejemplo, caminar a buen ritmo, te ayuda a oxigenar tu mente y pulmones, lo que supone un chute de energía para tu organismo, pulmones y mente. ¿Hay algo más cansado que estar todo el día de mal humor?
- Haz un ejercicio que te agrade. Por ejemplo, si te gusta bailar, caminar o prefieres ir a la psicina, ¡hazlo! Basta con 30 minutos diarios, pero hacerlo a buen ritmo.
- No necesitas ir al gimnasio. No pongas esta excusa, porque hoy en día hay muchos tutoriales en Internet que te ayudan a perder peso, moverte y estar en forma. Y sólo necesitas un dispositivo con Internet y de 10 a 30 minutos.
- Mantener una rutina. Es necesario obligarse a llevar una rutina diaria de ejercicios. Si un día tienes un problema y no puedes, no pasa nada, pero que no sea lo habitual. Inclúyelo dentro de las tareas diarias. Te cuento más abajo cómo hacerlo.
- Estrés. Asumir demasiadas tareas o vivir bajo algún tipo de presión hace que nuestro equilibrio mental desaparezca, lo que nos provoca agotamiento mental, pero también ansiedad, reduciendo drásticamente nuestros niveles de energía. Por esta razón es importante:
- Aprender a decir que no y a delegar. Es imposible que tú puedas hacer todo en las 24 horas que tiene el día, de los cuales tienes que sacar tiempo para descansar, dormir, comer y tener algo de tiempo para hacer ejercicio y despejarte.
- Mayor organización. A veces somos nosotros mismos los que generamos ese estrés por la falta de orden en nuestra vida. En este sentido, existen numerosas técnicas e, incluso, aplicaciones que nos ayudan a organizarnos mejor. Pero tienes que pensar en global. No puedes organizarte sólo a nivel laboral; tienes que ser capaz de integrar también tu vida personal en ella. En este sentido, acostarse pronto y madrugar, al menos entre semana, también ayuda mucho. Y, sino, que se lo digan las personas exitosas.
- Ejercicios de relajación. Si puedes practicarlos nada más levantarte, mejor que mejor. Ejercicios de respiración, hipopresivos o yoga te ayudarán a oxigenar la mente y mejorar tu forma física. De 10 a 2o minutos cada mañana son suficientes para empezar. ¿No sabes cómo hacerlo? En Internet hay infinidad de tutoriales.
5 alimentos que te aportan energía
Antes hemos dicho que la alimentación es básica a la hora de tener más energía. Y dentro de la misma, hay alimentos o grupos de alimentos que nos ayudan a tener más energía, tal y como ha demostrado la ciencia. Eso sí, ya sabes que en abundancia, nada es bueno. Así que todo en su justa medida.
- Huevos. Porque nos aportan proteínas y, por tanto, ayudan a mejorar nuestra musculatura y a que los nutrientes lleguen a la sangre.
- Frutos secos. Aportan un alto contenido en ácidos grasos esenciales y son una gran fuente de proteínas. Puedes tomar, por ejemplo, 3 nueces en el desayuno o a media mañana. También pistachos o almendras vienen genial.
- Avena. La misma nos aporta hierro, calcio o fósforo entre otros minerales. Además, es saciante y tiene una gran cantidad de fibra, por lo que tomarla por la mañana, puede ser una idea excelente.
- Espinacas. Siempre que pienso en esta verdura, me acuerdo de Popeye. Aquello eran dibujos y una de las mejores campañas de publicidad que se han hecho para que los niños y los mayores comieran espinacas, pero lo cierto es que más allá de esto, las espinacas aportan vitaminas y minerales que favorecen la digestión y mejoran la musculatura. Y, lo mejor, ¡apenas tienen calorías!
- Agua. Ya sabes que nuestro cuerpo se compone en gran medida de agua. De ahí que sea tan importante mantenerlo hidratado. Lo ideal es que te tomes un vaso de agua cada hora y media aproximadamente, de manera que completes las recomendaciones de los médicos de beber entre 1,5 y 2 litros al día. Una cantidad que aumentará en días de calor o si practicamos deporte intenso.
4 tés para rendir mejor en tu día a día
Al hilo de la hidratación y sobre todo, si eres de los que te cuesta beber agua, piensa que mientras consumes tés e infusiones, también te estás hidratando de una forma natural, siempre y cuando no añadas azúcar (lo mismo que el café, aunque en menor cantidad).
Por eso, desde Aromas de Té te queremos proponer 4 tipos de té que te van a aportar energía:
- Té negro. Al mismo tiempo que quemas grasas, acumulas energía. Además, el mismo tiene un efecto saciante cuando lo tomas con una nube de leche. ¿Qué te parece si lo pones en la lista de los productos para tomar en el desayuno? No sólo te aportará energía, también te ayudará a activar tu mente.
- Té rojo. Además de todo lo que te acabo de decir sobre el té negro, el té rojo también es un gran digestivo, por lo que puede ser el complemento ideal después de la comida del mediodía. Recuerda no tomarlo con azúcar.
- Rooibos. Es, sin duda, uno de los mejores acompañantes cuando vas a hacer deporte, porque te devuelve los minerales que pierdes mientras haces ejercicio. Además, no contiene teína y, por tanto, lo puedes tomar en cualquier momento del día.
- Infusión de jengibre. Tiene tantas propiedades y beneficios, que el aporte de energía es sólo uno más de ellos. ¿De verdad no la has probado todavía? Te invito a que lo hagas y nos digas qué te parece.
Espero que te haya resultado de utilidad este artículo. Quedo a la espera de tus comentarios, valoraciones (ya sabes, dale a las estrellitas ✨), los cuales me harán muy feliz y nos vemos en el próximo artículo, en redes y en nuestra tienda online.
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