Para gustos los colores. Por eso, a pesar de que algunos piensen que infusionar el té con agua sólo es lo más normal, no podemos olvidar que hay otras muchas personas que lo hacen con leche e, incluso, países donde lo normal es tomarlo de esta manera, como es el caso de Reino Unido, Marruecos o Hong Kong esté muy arraigada la costumbre de tomarla de esta forma.
Entonces, ¿hay alguna forma correcta de tomar el té? ¿Es una cuestión de gustos? ¿De costumbres? Os dejamos que respondáis vosotros mismos a la pregunta.
Cuando se toma el té con leche
Tomar el té con leche es una práctica muy extendida en ciertos lugares del mundo, tal y como decíamos. Aunque no es malo para la salud, sí hay que señalar que la combinación de ambos, hace que el té pierda algunas de sus propiedades. A continuación señalaremos algunas desventajas de tomarlo con leche:
- Estudios científicos aseguran que si se toma el té con leche se pierden ciertas propiedades que se asocian al té. La caseína de la leche hace que las moléculas protectoras del té no cumplan su función. También se inhibe los efectos de las catequinas y, por tanto, se pierden la mayoría de los beneficios que aporta nuestra bebida.
- Cambio de color: puede parecer que no tiene importancia, sin embargo, al realizar esta mezcla, el color intenso cambia a otro totalmente diferente.
- Cambio de sabor: la leche cambia completamente el sabor del té. No tiene nada que ver con tomarlo con agua, ya que de esta forma sí que se aprecia cada matiz e intensidad, algo que se pierde con la leche.
Estas son algunas desventajas de hacer esta combinación. Sin embargo, hay muchas personas que son aficionadas a tomarlo con leche y, en este caso, los expertos recomiendan seguir ciertas pautas para que, también de esta manera, la experiencia de tomar té sea muy grata.
Té con leche: con té negro
Antes de mencionar cuáles son los tés ideales para hacer esta mezcla hay que señalar que existe un modo de preparación adecuado. Muchos de nosotros podemos pensar que primero hay que añadir al té la leche, pero no es así, sino a la inversa. Esto es debido a que si se hace incorrectamente, los taninos disminuyen su astringencia y las proteínas de la leche se desnaturalizan. Por ello, lo recomendable es realizar la infusión y dejarla reposar unos minutos y, posteriormente, añadirle la leche fría.
Volviendo al tema que centra este post y como bien decíamos más arriba, algunos té son más adecuados para combinarlos con té. Por lo general, el té negro es el que mejor lo acepta. En Aromas de té disponemos de algunas variedades perfectas para esta combinación, como por ejemplo:
- Té negro breakfast: su nombre se debe a que esta variedad es la que, por tradición, se ha tomado siempre en el desayuno inglés. En función de si se desea un sabor más o menos fuerte, se le añade mayor o menor cantidad de leche. En Aromas de té, este negro es de producción ecológica, variedad Assam y Sumatra y procedente de la India.
- Earl grey: seguimos con las tradiciones inglesas. El té negro Earl Grey es un tipo de té con bergamota y es el que se suele utilizar en la famosa “hora del té”. Este té, que podrás adquirir en Aromas de Té en su versión natural o ecológica y es ideal para infusionarlo con leche o con agua y de gran calidad.
- Té negro pakistaní: un tipo de té muy especiado. En ocasiones, se prepara directamente con la leche o bien añadiéndola posteriormente; esto varía en función de los gustos.
Té con leche: con té rojo
Además de los tés negros, los tés rojos también combinan a la perfección con leche, especialmente aquellos que se combinan con frutas, como por ejemplo, nuestro té rojo Pu Erh Cherry, el té rojo Pu Erh Canela, ambos perfectos para tomar en el desayuno o, entre otros, el té rojo Pu Erh Chocolate.
En algunos países la tradición o la cultura de tomar el té con la leche prevalece frente a disfrutar del sabor intenso y natural de tomarlo con agua. Los gustos en cada persona son diferentes y la elección es muy personal. ¿Cómo lo tomarías tú?
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