Adquirir malas posturas en el trabajo, llevar una vida sedentaria, realizar esfuerzos, sobrecargas o ejercicio intenso y repetitivo. La actividad acumulada, día tras día, repercute, tarde o temprano, en nuestras articulaciones ¡vaya que sí! Jóvenes y mayores, todos hemos experimentado dolor articular en algún momento de nuestra vida. Sin embargo, adquiriendo hábitos de vida saludables podemos evitar que nuestras articulaciones sufran más de la cuenta. A lo largo de este artículo explicaremos qué son las articulaciones, cuáles son sus funciones, así como consejos para evitar el dolor y prevenir futuras lesiones.
Las articulaciones son las uniones entre los huesos próximos y las encargadas de proporcionar movilidad y elasticidad al cuerpo. Están recubiertas de cartílago -un tejido firme y elástico que tiene las propiedades necesarias para almohadillar y permitir el roce entre los dos huesos que se articulan, amortiguando las cargas físicas-.
¿Por qué nos duelen las rodillas, el hombro, la muñeca…? El dolor articular puede ser causado por muchos tipos de lesiones o afecciones. Puede estar relacionado con artritis, tendinitis y dolor muscular o en menor medida por un esfuerzo o sobrecarga inusual, lo que incluye distensión muscular o esguinces. Por todo ello, para proteger nuestras articulaciones debemos tener en cuenta determinados factores.
No obstante, en el caso de que notes algún síntoma de dolor o malestar en tus articulaciones, no dudes en consultar con tu médico. Te derivará al especialista -reumatólogo o traumatólogo- en el caso de que sea necesario.
Hábitos saludables
En primer lugar, hay que cuidar el peso corporal, ya que supone el primer elemento de sobrecarga y desgaste mecánico de nuestras articulaciones, sobre todo en las caderas, rodillas, espalda y pies.
Es importante practicar ejercicio, ya que la actividad física fortalece la musculatura -eso sí, siempre con moderación-. Los músculos rodean y protegen las articulaciones evitando el deterioro precoz de los cartílagos articulares y las articulaciones son más propensas a las lesiones cuando los músculos y los ligamentos que las sostienen son débiles. Por eso, es fundamental evitar el sedentarismo y ejercitar el cuerpo. (Pueden combinarse ejercicios físicos aeróbicos con ejercicios de fortalecimiento muscular y flexibilidad: caminar, bailar, nadar, yoga…)
Asimismo, unos hábitos posturales correctos en las posiciones más frecuentes, como sentarse, levantar peso, leer, hacer las tareas diarias o incluso durmiendo también nos ayudarán a proteger las articulaciones.
La dieta es otro factor importante a tener muy en cuenta. Una alimentación correcta nos puede ayudar a nutrir los huesos, a aumentar la elasticidad del cartílago, estimular la regeneración muscular y prevenir lesiones y así mantenerlos jóvenes por más tiempo. Por este motivo debemos tener presente el tipo de alimentos adecuados para que las articulaciones nos funcionen de manera correcta. Los expertos aconsejan consumir alimentos ricos en vitaminas y omega-3, potasio, magnesio y fósforo. Uno de los alimentos que más pueden ayudar a reducir los dolores articulares es la piña fresca, ya que contiene una enzima que reduce los procesos inflamatorios.
Infusiones y tés para las articulaciones
Las infusiones de diferentes plantas también ha demostrado que pueden ayudarnos a rebajar el dolor de nuestras articulaciones. En este sentido, se recomienda el consumo de tila en personas que sufren de reumatismo, aligerando las articulaciones y reduciendo los dolores que puede causar dicha enfermedad. El dolor de cuello o abdominal también se reduce gracias a esta planta.
Otra de las infusiones que está presente en todos los hogares es la manzanilla, muy aclamada por sus propiedades antiinflamatorias, así como sus efectos sedantes y, tomado como infusión, la manzanilla puede ser eficaz para calmar los dolores en las articulaciones.
Asimismo, la cúrcuma contiene un compuesto orgánico que es un potente antiinflamatorio. Este ingrediente está presente en nuestra Infusión Vitalidad Femenina, que te ayudará además a recuperar tus fuerzas y estado de ánimo.
El jengibre ,se sabe que posee numerosas propiedades terapéuticas; beber infusiones de jengibre también puede resultar muy eficaz a los que sufren dolencias articulares, ya que es un antiinflamatorio natural, con una fuerte acción analgésica, además de mejorar la circulación sanguínea. Prueba con nuestra Infusión de Jengibre, compuesto de vitaminas B y C, también rico en fósforo y calcio, entre otros minerales beneficiosos para la salud. Este tipo de infusión se ha venido empleando para calmar los dolores que producen la artritis o los reumas. Algunos dolores musculares también se alivian tomando de dos a tres tazas al día de este tipo de infusión. Si te gustan los toques ácidos, prueba nuestro Roiboos Jengibre y Limón Ecológico, con raíz de regaliz entre otros ingredientes.
Precisamente al regaliz se le asocian también propiedades antiinflamatorias. El compuesto orgánico primario de la raíz de regaliz actúa inhibiendo la actividad de enzimas inflamatorias en el cuerpo humano, por lo tanto puede ser efectivo para aliviar los dolores en las articulaciones. En este caso, recomendamos la infusión de Regaliz, más aún en personas que sufren el síndrome de la fatiga crónica.
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