Cistitis, cómo prevenirla de forma natural

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Necesidad urgente y frecuente de orinar, picazón, dolor durante las relaciones sexuales…son algunos de los síntomas de la cistitis, una infección de la vejiga que puede llegar a ser muy dolorosa y molesta.

Cistitis es el término médico que se refiere a la inflamación de la vejiga. La mayoría de las veces, la inflamación está causada por una infección bacteriana, destacando entre todas el bacilo intestinal Escherichia coli. Se trata de un microorganismo propio del aparato digestivo que, por la propia mecánica del proceso gástrico, puede terminar anidando al final del intestino grueso y, en consecuencia, en las proximidades del recto. Es, precisamente, la cercanía entre el ano y los aparatos reproductor y urinario femenino lo que favorece el traslado de las bacterias hasta la vagina y uretra de la mujer.

Es, precisamente este dato anatómico -la escasa largura de la uretra femenina- uno de los principales factores que influyen en la mayor prevalencia de la cistitis entre las mujeres y sobre todo entre las jóvenes de entre veinte y treinta años, las más expuestas por ser más activas sexualmente. Según el Centro de Información de la cistitis, el 37% de las mujeres sufre al menos un episodio durante su vida.

En el hombre las cistitis son más frecuentes durante los primeros años de vida, asociadas a la posible existencia de anomalías en el tracto urinario, y a partir de los 50 años debido al incremento, a partir de esta edad, del desarrollo de patologías prostáticas.

Una infección de la vejiga puede ser dolorosa y molesta, y puede convertirse en un problema de salud grave si se propaga a los riñones, por lo que si crees que tienes síntomas de cistitis, te recomendamos acudir al médico cuanto antes. Los síntomas son los siguientes:

Necesidad urgente y frecuente de orinar; dolor y ardor al orinar y en las relaciones sexuales; enrojecimiento de la vulva y picor vaginal; color turbio o anormal de la orina; aparición de sangre en la orina; fiebre y escalofríos; vómitos y náuseas y dolor en el costado o espalda (indica infección en los riñones).

Tratamientos naturales contra la cistitis

El tratamiento habitual para la cistitis bacteriana son los antibióticos si bien podemos seguir una serie de pautas y medidas preventivas para evitar las infecciones de la vejiga, así como tratarla con remedios caseros.

  • Beber muchos líquidos: ante la primera señal o síntoma de infección es preciso beber agua, preferiblemente de mineralización débil, mínimo 6-8 vasos al día. Así limpiarás la vejiga.
  • No esperes demasiado para ir al baño cuando sientes la necesidad de orinar. No hay que aguantarse las ganas de orinar, ya que favorece la proliferación de gérmenes y consecuentemente de infecciones. Además, orinar después de cada coito para eliminar posibles agentes infecciosos.
  • Utilizar cremas lubricantes durante las relaciones sexuales: la irritación vaginal postcoital es una causa muy frecuente de infección en la vejiga; el uso de lubricantes es una forma eficaz de evitar el roce y, por lo tanto, posibles infecciones.
  • Tener precaución con algunos preservativos, cremas espermicidas o el diafragma, ya que no son recomendables para personas propensas a padecer infecciones urinarias.
  • Limpiarse de adelante hacia atrás después de defecar: esto evita que las bacterias en la región anal se propaguen a la vagina y a la uretra.
  • Ten mucho cuidado con tu higiene íntima: no usar desodorantes o jabones vaginales, así como también evitar las duchas muy calientes y prolongadas.
  • Evitar los lavados vaginales frecuentes. Los especialistas las desaconsejan porque una entrada directa de agua en la zona no implica una limpieza mejor y puede traducirse en una modificación del pH de las paredes vaginales, lo que facilita la proliferación de bacterias.
  • Cambiarse el bañador después de cada baño y evitar el frío en la zona vaginal.
  • Ducharse, mejor que bañarse. Esto en general, para el día a día. La razón es que el agua de la ducha fluye de forma constante arrastrando así las posibles bacterias de la bañera.
  • Evitar las bebidas alcohólicas: es un irritante para las vías urinarias, por lo que si tienes cistitis a menudo o la estás sufriendo, lo mejor es que no consumas alcohol.
  • Tomar zumos de arándanos rojos hace que la orina se acidifique, lo que favorece la eliminación de los gérmenes. Además, los arándanos tienen otro efecto positivo: dificultan la adhesión de las bacterias a la pared de la vejiga y, por lo tanto, ayuda a prevenir las infecciones.  Asimismo, según datos hallados en las bibliotecas de Medicina, este ingrediente se ha utilizado a lo largo de la historia como tratamiento natural contra diferentes tipos de infecciones urinarias.

Además de los arándanos, la cebada, el perejil, el rábano o la espinaca tienen propiedades curativas para las infecciones del tracto urinario y se convierten en una excelente opción como remedio casero para aliviar los síntomas de la cistitis.

Tés e infusiones contra la cistitis

Nuestro Té Verde Frutos Rojos Ecológico con cáscara de naranja, jengibre, arándanos rojos, rodajas de fresa, arándanos azules, grosellas rojas y aroma natural, puede ayudarte a cuidar la cistitis.

Otra opción es el Té Verde con Algas wakame, un alga que en la medicina china también se recomienda a las mujeres en época de menopausia o para personas con problemas de riñones o vejiga, como la cistitis, al ser muy diurética.

También puedes probar con el Té verde Carpe Diem Ecológico, gracias a los minerales y vitaminas que aportan los diferentes ingredientes con los que ha sido elaborado este té, como el arándano, como hemos comentado, empleado tradicionalmente para curar las cistitis o infecciones relacionadas con el sistema urinario.

Por otro lado, la cola de caballo es una de las plantas más diuréticas que se conocen. Orinar con frecuencia nos ayudará a eliminar los posibles gérmenes.

 

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